Los Pastores trashumantes piden que se cuiden las vv. pp.

 

 

 
  • Cuenca, 6 jun (EFE).- Los pastores trashumantes exigen a las administraciones y particulares que cuiden las vías pecuarias y cañadas por las que se tiene que desplazar el ganado, y que se encuentran en muchos casos invadidas por cultivos o falta de puntos de agua para abrevar los rebaños.

Así lo ha explicado a Efe Antonio Cardo, pastor trashumante que durante estos días lleva con su hermano Juan Manuel más de 1.600 cabezas de ganado desde el Valle de Alcudia, en Ciudad Real, donde han pasado el invierno, hasta la Vega del Codorno en la Serranía de Cuenca.

Cardo ha manifestado que las cañadas están «invadidas, unas por administraciones, otras por agricultores», y en algunos casos los 75 metros de ancho que debería tener el paso se ven reducidos a 15 metros o incluso menos.

Además, ahora en primavera cuentan con la dificultades de los viñedos, «porque los agricultores al fumigar, fumigan también los pastos de la vereda y las ovejas se nos mueren; hasta tres hemos perdido en el camino por esto».

Antonio ha resaltado, asimismo, la necesidad de que las administraciones cuiden los puntos de agua, para que se pueda abrevar el ganado, y que se respeten los anchos de las vías pecuarias, «porque encuentras mojones puestos por la administración, limitando el camino, y me gustaría ver cómo pasan ellos un rebaño de 1.500 ovejas o de 250 vacas por 10 o 15 metros».

En la ganadería trashumante no ha habido, como en otros sectores agropecuarios como la resina, una vuelta a los oficios tradicionales provocada por la crisis y el paro, y Antonio asegura que no han recibido peticiones de trabajo estos últimos años.

«Esto es muy duro; lo pintan muy bonito, pero se hace duro», reconoce Antonio, que en este viaje ha estado acompañado, además de por su hermano, por un pastor contratado por la asociación ‘Trashumancia y Naturaleza’ y por un voluntario francés «que se ha ido, porque ha dicho que estaba muy cansado, y ha venido a ayudarnos a terminar otro voluntario, gallego».

Los hermanos Cardo creen que es mucho más duro en primavera, cuando la tierra está cultivada y fumigada, ya que necesitan montar el «pastor eléctrico» dos veces al día y la falta de lluvia provoca problemas de agua.

Sin embargo, en otoño es más llevadero pese al frío: «nosotros estamos deseando que llueva para que haya hierba y las ovejas no pasen sed».

La lluvia precisamente les ha obligado en alguna ocasión a retrasar el paso de los rebaños bajo la A-40, a la altura de Jábaga (Cuenca), porque el túnel bajo la autovía estaba inundado.

A un ritmo de 18 kilómetros diarios, de punto de agua en punto de agua, los hermanos Cardo recorren 400 kilómetros en 23 días, y llegan mañana domingo a su localidad de origen, la Vega del Codorno.

Previamente han recibido un homenaje en la localidad conquense de Las Majadas, donde se han celebrado unas jornadas de trashumancia

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