Los caminos rurales han perdido en su inmensa mayoría su razón de ser. Pero no su naturaleza pública y de servidumbre. Por eso, su conservación y mantenimiento es obligación de las administraciones públicas, fundamentalmente las locales. Pero el laberinto de senderos, veredas, cañadas o vías pecuarias, así como su enorme extensión, hacen tarea difícil que los ayuntamientos puedan asumir el control y gestión de su red de caminos públicos.
Una vez más, las ayudas europeas acuden al «rescate» del campo andaluz con una línea específica de ayudas con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader). Actualmente, el Feader ha liberado la friolera cantidad de 40.356.518 euros para la conservación de los caminos del campo andaluz. Así se desprende de la información facilitada por la Junta de Andalucía a una respuesta parlamentaria del Grupo Popular sobre la citada cuestión. En la misma, el Ejecutivo andaluz recuerda que «el mantenimiento de caminos rurales entendido como labores de conservación corresponde a las Entidades Locales».