Ni insultos, ni coacciones, ni amenazas. Nada ha podido probar la empresa Villaescusa S.A. —propietaria de parte de los terrenos de Villaescusa de Palositos— contra cuatro de los participantes en la «Marcha de las Flores 2008» a los que había denunciado. Y no lo ha podido probar, básicamente, porque sus representantes no aparecieron ayer en el juicio de faltas que debía haberse celebrado en Guadalajara. Ahora, lo más probable es que la magistrada archive al caso.
Los hechos se remontan a abril de 2008, cuando se celebró la III Marcha de las Flores, movilización anual que convocan la Asociación de Amigos de Villaescusa y la de Amigos del Camino de Santiago de Cuenca para denunciar el cierre de caminos públicos y reclamar su derecho a visitar la iglesia románica, propiedad del Obispado, y el cementerio municipal, donde se realiza una ofrenda floral que da nombre a la marcha.
Fue ese el primer año en que los participantes pudieron marchar (la Guardia Civil se lo había impedido en 2007) por el camino que siempre dio acceso a este pueblo abandonado en los 70. Para llegar a sus objetivos, los participantes tuvieron que derribar hasta cuatro vallas que había levantado la mercantil que tiene cercado y ocupado materialmente el pueblo.
En el atestado que elaboró la Guardia Civil no consta incidente alguno, pese a lo cual la empresa presentó denuncia por insultos, coacciones y amenazas. Las cuatro personas citadas por la magistrada sí acudieron ayer al Juzgado. Sin embargo, sorpresivamente, no dieron señales de vida fueron los denunciantes