EL CARES REABRE SUS ‘PUERTAS’ |
Cientos de personas vuelven a recorrer la famosa senda gracias a la inauguración de la nueva pasarelaTras 77 días interrumpida por un argayo que se llevó consigo todo el ancho del camino durante un tramo de unos 20 metros, ayer se volvió a abrir de manera completa la senda del Cares, la ruta de montaña más frecuentada de los Picos de Europa y una de las más concurridas de todo el país. Ayer era una jornada especial, casi de inauguración, y fueron muchos los senderistas que quisieron volver a recorrer este camino de 12 kilómetros de longitud construido a mediados del siglo XX para realizar las labores de mantenimiento del canal que abastece la central eléctrica de Camarmeña.Entre ellos había turistas nacionales y extranjeros. Todos recorrieron la flamante pasarela de madera colocada en la zona conocida como ‘La Madama de la Huertona’ y que permite desde ayer a los senderistas salvar el tramo afectado por el desprendimiento de abril.Precisamente una de las anécdotas de la jornada se vivió cuando las autoridades alcanzaron, después de más de siete kilómetros de marcha el citado puente de madera. Allí les esperaba una representación de los hosteleros de las localidades de Poncebos y Caín -la primera acoge el extremo asturiano de la senda mientras que la segunda hace lo propio con el leonés- que recibió a los dirigentes con una sonora ovación. Y es que precisamente los hosteleros y hoteleros de estas dos localidades han sido los que más han sufrido en sus carnes los cerca de dos meses y medio que este camino ha estado interrumpido, ya que el grueso de sus clientes, y por tanto su fuente de ingresos, son senderistas que acuden a estas localidades con el principal objetivo de realizar esta ruta. Obra difícil Una de las principales características de la obra realizada para restablecer la senda ha sido su dificultad a causa del lugar donde se acometieron los trabajos, ya que los operarios tuvieron que realizar su labor suspendidos sobre un acantilado de cerca de 80 metros de altura para poder colocar esta pasarela de 23 metros de longitud y 2,5 de anchura. Para trasladar los materiales de obra hasta la zona afectada también se precisó la ayuda de un helicóptero y de varias mulas.La pasarela instalada con una rejilla metálica permite observar la espectacular caída de cerca de 80 metros y, a buen seguro, se convertirá en uno más de los numerosos atractivos con que cuenta la famosa senda. [Fuente: Diario Montañés. 5 julio, 2012]. |