Es una moda. Quads, motos de cross y de trial. Son los nuevos pobladores de las sierras. Algunos conductores respetan las reglas, pero otros se las saltan a la torera. Sus desmanes en el monte se saldaron el año pasado con 40 multas
TEXTO: PILAR R. QUIRÓS / FOTOS: SUR / MÁLAGA/
LA sierra de las Nieves estaba cortada hace una semana. Los Quejigales mostraba la típica estampa invernal con la nieve cubriendo los pinsapos. Era un peligro acceder a la zona en vehículo, por eso los guardas forestales cortaron el paso. Pero, ocho quads y cuatro motos de trail se saltaron la prohibición a la torera. Entraron por Tolox y llegaron -nadie sabe cómo- hasta los Quejigales. Pese a todo, no escaparon al acta de infracción que les abrieron agentes de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta.
No hay que olvidar que, todos los años, un millón de ejemplares de pinsapitos pueden llegar a ser adultos. Y multitud de situaciones adversas, la sequía, el 'ramoneo' de una cabra montés o las ruedas de un vehículo pueden acabar con ellos. Por eso, ahora los máximos enemigos de la naturaleza son los que, con vehículos como quads, y motos de trial o trail, abandonan los carriles tradicionales y se dedican, de forma salvaje, a hacer campo a través por los espacios protegidos. Su paso puede acabar destrozando la regeneración natural de especies emblemáticas, y además causan una gran erosión del terreno allá por donde pasan, según indican técnicos del parque natural sierra de las Nieves. «Cuando se salen de las pistas machacan el terreno y crean carriles donde no los hay, por eso dañan la regeneración de las especies arbóreas y también pueden afectar con el ruido a la fauna de la zona, como son cabras monteses o rapaces», comentan.
Por eso, el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y el Plan de Uso y Gestión (PRUG) de la sierra de las Nieves prohíbe expresamente el uso de quads de forma recreativa, a no ser que pidan una autorización expresa a la Consejería de Medio Ambiente o el vehículo sea para un uso agrario y esté de paso hacia una finca.
Espacios Protegidos
Es más, la tendencia de Medio Ambiente es ir prohibiendo este uso innecesario en las zonas de reserva (las de mayor valor ecológico) de los espacios protegidos. No obstante, la Junta señala que las empresas que se dedican al turismo en el medio natural no suelen realizar actividades ilícitas, sino que el problema suele estar en el uso particular de estos vehículos. «El uso de quads es un problema que afecta a los espacios naturales de toda la provincia, como El Torcal o la sierra de las Nieves», subraya el jefe del Departamento de Conservación de Flora y Fauna de la Junta, Manuel Romero. Es más, según apunta, ya ha habido problemas con los dueños de fincas de los Montes de Málaga, por ejemplo los de la zona de Sedeño.
Es una tradición en Los Montes de Málaga y en toda la provincia que las fincas agrícolas no estén valladas. Por eso, cuando se salen de los carriles, los quads y las motos acaban entrando en fincas y molestando a sus dueños. Hay denuncias hasta de cotos privados de caza porque estos vehículos los han invadido sin permiso.
Otras de las infracciones de motos y quads son bajar a toda velocidad por los cortafuegos que, bajo ningún concepto son carriles habilitados para el uso de vehículos, o por ejemplo usar el cauce de los ríos como pistas de competición. También ir campo a través por espacios protegidos saliéndose de las sendas o, en el peor de los casos, a gran velocidad por un camino habilitado para hacer senderismo. Estas infracciones han provocado que los agentes de Medio Ambiente levantasen el año pasado 29 denuncias en las sierras de Alhaurín de la Torre, Coín, Marbella, Ojén, Ronda y en la capital, sobre todo en Los Montes de Málaga.
Pero ahí no queda todo, ya que el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil también denunció el año pasado a 11 personas por sus negligencias en los montes de la provincia. Agentes del cuerpo informan de que lo más usual es que este tipo de motos, quads o de cross, vayan sin matrícula y además eludan a toda velocidad el alto de los agentes. «Como no van identificados, es muy difícil poder denunciarles», afirman.
Según el Decreto 208/1997 por el que se aprueba el Reglamento Forestal de Andalucía, se prohíbe la circulación de vehículos a motor campo a través, por cortafuegos, vías forestales de extracción de madera, vías pecuarias y cauces secos o inundados y, en general, fuera de las vías previstas para dichos vehículos. La velocidad máxima en todos los casos no debe superar los 40 kilómetros por hora.
Los ecologistas ya le han declarado la guerra a los quads en Doñana. Tras la muerte de un lince atropellado el pasado mes de septiembre, Ecologistas en Acción pidió que se regulase la entrada de estos vehículos por las vías pecuarias. No entienden que la Junta gaste cantidades ingentes de dinero en el plan de recuperación del lince y, sin embargo, no tenga una normativa específica para estos vehículos en espacios naturales.
Los senderistas se quejan
Los senderistas del parque natural de Los Alcornocales, que comparten Cádiz y Málaga, también se han sublevado. José Manuel, uno de los senderistas de este entorno, comenta que él y su grupo de amigos sufren cuando caminan por esta sierra, ya que algunos motoristas que van a gran velocidad suponen un grave riesgo para los usuarios de estas vías. No obstante, José Antonio no quiere generalizar, ya que no todos son así.
Por ejemplo, Víctor Sánchez hace habitualmente motocross cerca de la casa de campo de sus padres en Antequera. «Yo disfruto mucho al aire libre y me encanta ir con la moto, pero lo divertido es subir a montañas a través de los carriles, llegar a las zonas altas. A veces también nos gusta correr, no vamos a engañar a nadie, pero solemos hacerlo en zonas en las que no molestamos», subraya.
Como bien dice el jefe del Departamento de Conservación de Flora y Fauna de la Junta, hace falta una normativa específica para acotar el uso de estos vehículos, que están en auge y que, desgraciadamente, acceden a lugares con un altísimo valor ecológico. Nadie quiere acabar con la diversión de estos aficionados, pero ésta debería realizarse en lugares autorizados.