José Manuel Etxaniz
Escribo estas líneas en un ordenador portátil con una linterna frontal, dentro de una tienda de campaña, en la Loma de Almadillo, en la serranía conquense. De fondo, los balidos de las ovejas y el tañido de sus esquilas, junto a los sonidos propios del bosque con viento y frío.
Las caminatas se aprovechan, al más puro estilo de la Escuela Peripatética, para tratar diversos aspectos veterinarios de la trashumancia, su historia, valor ecológico, sistemas de manejo, enfermedades más habituales, razas, economía, entre otros. Alumnos extraordinarios, con la incertidumbre e ilusión propias de quien acabará la carrera en junio.
Al anochecer, se montan corrales y campamento y se cena, antes de compartir tienda de campaña, combatiendo de paso el intenso frío de la sierra. Mientras cenamos –cucharada y pasó atrás- recuerdo que Pedro Subijana estará sirviendo una cena en Seul. Conociendo la buena mano del chef, puedo afirmar que no estarán mejor sus guisos que el rancho de patatas, arroz y bacalao que nos ha preparado Urbano Martínez, ranchero de la expedición, acompañado del peleón de Cariñena bebido de la bota.