Unos cincuenta vecinos del camí de ses Forques protestarán hoy contra un propietario que les impide el paso a sus fincas
MIQUEL BOSCH. SANTA MARIA ¿Qué pensaría si se encontrara el camino a su casa cerrado con una barrera? Eso es lo que ha sucedido a un grupo de vecinos de Santa Maria. Esta semana se encontraron una verja cerrada ante el camino que habitualmente usaban para acceder a sus fincas. Pero, al menos en un caso, ese vial comunicaba también con una residencia habitual.
El paso del camino conocido por los nombres populares de camí de ses Forques, camí de Son Penjoll o camí de Mainou, ha sido cerrado por parte de la propiedad de la finca de Mainou. El corte de la calzada se ha producido a la altura del paso a nivel del tren existente en el mismo.
Domicilio sin acceso
Bernat Fiol, portavoz de la asociación Gadma, que presta apoyo a los afectados, sostiene que "es una situación realmente desagradable puesto que, al menos en el caso de una vecina de Santa Maria, le impide el acceso a su única residencia, pero también a otros propietarios de fincas, que utilizaban este camino".
El vial delimitaba antiguamente los municipios de Consell y Santa Maria, pero hace unos años se grafió en el catálogo del Consell de Mallorca como perteneciente al municipio de Consell.
Un informe de la administración insular, de día 2 de agosto de 2004 , dice que "el camino –recogido con el número 51–, que es conocido popularmente con varios nombres, pertenece al término municipal de Consell" y no al de Santa Maria, a pesar de que este último municipio lo haya incorporado a su catálogo de caminos públicos.
Según la propiedad de
Mainou, existe una sentencia judicial que dictamina que el camino es suyo, en contra de la opinión de los vecinos que consideraban que era público.
En su día, el padre del actual propietario valló la finca, dejando el camino fuera del cercado, lo que acrecentó la creencia que era público.
Derecho de paso
Sin embargo, los vecinos sostienen que "aunque la titularidad sea privada existe el derecho de paso. Si una finca no tiene paso, la ley recoge que se le ha de ceder, y actualmente ya no es el popularmente conocido tres peus (paso de a pie) sino que se debe ceder paso para vehículos". Los vecinos tienen que dar un gran rodeo desde que se cerró su acceso habitual. En algunos casos significa tener que hacer tramos a pie puesto que los accesos secundarios son menores.
Estas fincas provienen de la segregación de un gran terreno hace años. Fiol dice que "cuando se hacía una segregación de una finca matriz se solía trazar un camino de establecedores o en su defecto una servitud de paso. Eso es un derecho que en este caso se está conculcando".
El colectivo no se conforma con las explicaciones y ha anunciado una movilización para esta misma mañana. Está previsto que unos cincuenta vecinos se concentren hoy ante la barrera del camino para protestar contra el cierre del vial.