VIAS PECUARIAS DE DOS HERMANAS.
Localización
Desde tiempos inmemoriales, Dos Hermanas ha sido encrucijada de caminos y punto de especial relevancia en la comunicación Sevilla-Cádiz. La red de vías pecuarias extendida por el término municipal con una función básica de ganadería de trashumancia, sufrió una inutilización paulatina a raíz del declive del sector que llevó a la reducción de viales e incluso, en determinados casos, a la desaparición total de diversos tramos, bien por la roturación de tierras, por la agregación a fincas privadas o por la construcción sobre éstas de carreteras principales y secundarias.
Así, ya en tiempos de Roma cruzaba las tierras en la que siglos más tarde nacería la ciudad la Vía Augusta que conducía a Gades, y la calzada romana de Orippo, que la enlazaba con este asentamiento, de las que apenas se conservan restos.
Sin embargo, la administración autonómica, concretamente la Consejería de Medio Ambiente, con competencia exclusiva en esta materia, está aprovechando la coyuntura y el impulso del turismo rural en nuestra comunidad para recuperar, acondicionar y potenciar la red de vías pecuarias -en Andalucía existen más de 30000 Km.-, y ofertarla como un nuevo recurso para el turismo de naturaleza.
El Decreto 155/1998 de 21 de julio por el que se aprueba el Reglamento de Vías Pecuarias de la Comunidad Autónoma de Andalucía (BOJA nº 87 de 4 de agosto de 1998) regula la denominación y características de la diversa tipología de caminos rurales; de tal modo que se considera cañada aquella vía en la que su anchura no excede de setenta y cinco metros; cordel si fuera menor a treinta y siete metros y medio; vereda, cuando no excede de veinte metros; y colada en el caso de no superar los diez metros de anchura.
En el presente, Dos Hermanas, que contaba con una red de vías muy superior al existente en la actualidad, únicamente conserva un trazado total aproximado de cincuenta y seis kilómetros, distribuidos en nueve viales principales; analizados cada uno de ellos de forma independiente.
– Cañada Real de la Armada (8.000 metros)
Esta cañada atraviesa el término en dirección norte-sur. Su denominación procede de las sucesivas tropas que a lo largo de los siglos venían discurriendo por ella, bien desde Cádiz hacia el interior de la península o en sentido contrario. En determinados tramos, principalmente el que afecta a su paso por el casco urbano de la ciudad ha desaparecido con la construcción de la autovía N-IV. Hacia la localidad de Los Palacios y Villafranca, transcurre paralela a la vía anterior, reducida prácticamente a vereda, dejando en sus proximidades lugares como las haciendas de Bertendona, Nueva Florida o Chamorro Chico, o el pozo del Marqués de Íscar, con lugar de esparcimiento y abrevadero para el ganado, hasta el entorno de Clarevot y Seixa, donde abandona tierras nazarenas.
– Cañada Real de la Isla Menor (8.100 metros)
En nuestros días, dicha cañada ha desaparecido totalmente tras la construcción de la carretera SE-685 la cual parte de la autovía N-IV y, tras pasar por Fuente del Rey y el polígono industrial La Isla, se introduce en término coriano hasta la zona de marisma.
– Vereda del Rayo (9.600 metros)
La vereda del Rayo se mantiene como una de las escasas vías pecuarias que conserva su primitivo trazado y entorno, sin verse alterada sustancialmente sus características ambientales. Así era conocida, según la leyenda, por una bola de fuego o rayo que cayó en estas tierras durante los terremotos de 1886. El camino parte en la actualidad de la barriada de Consolación, en la salida de la carretera hacia Utrera, cruza la carretera de Alcalá de Guadaíra y Montequinto y se adentra por tierras de Torre de Doña María y Quinto hasta las cercanías de Pineda, ya en la capital hispalense.
– Vereda de Utrera (3.500 metros)
Dicha vereda servía de vía de comunicación con la vecina Utrera. Partía del mismo centro de la localidad, la plaza de la Constitución, conservando aún la calle la misma nomenclatura -Real Utrera- y por la barriada Cerro Blanco, atraviesa los pagos de La Doctora y El Grullo y se adentra en término utrerano. En dicha vereda se situaba la Venta de la Chaparra donde se refugiaba el bandolero Diego Corrientes.
– Vereda del Arrecife (8.100 metros)
La vereda, cuya denominación procede del árabe (arrecife = camino) poseía idéntico trazado a la calzada romana de Orippo y fue acondicionada en tiempos relativamente recientes como carretera secundaria SE-9024, sirviendo de comunicación entre la Cañada Real de la Isla Menor (Ctra. SE-685) y la autovía N-IV, y acceso al Parque Periurbano «La Corchuela» y determinados cortijos y haciendas de la localidad, tales como Santa María de Medinilla o San Juan del Hornillo.
– Vereda de San Juan de los Teatinos (4.000 metros)
Sobre la misma se asienta carretera secundaria que comunica el núcleo de Montequinto, El Pítamo y el barrio sevillano de Bellavista.
– Colada de Las Plateras (4.600 metros)
Dicha vía pecuaria comunica la autovía N-IV con la vereda del Arrecife en dirección este-oeste.
– Colada de Los Palacios (7.700 metros)
Hoy día conserva un trazado regular, partiendo de la barriada La Motilla, continúa paralela por la N-IV, discurriendo por lugares como la hacienda de Las Matas del Castillo, hasta entroncar con la colada de Las Plateras.
– Colada de Pie de Gallo (2.600 metros)
Situada en el extremo sur del término municipal y en las proximidades de la hacienda homónima, servía de enlace entre la cañada real de la Armada y la colada de Los Palacios, muy cercano al pozo del Marqués de Íscar.
Al margen de los caminos y vías pecuarias analizados con anterioridad y otros menores, la Consejería de Medio Ambiente ha inaugurado en marzo de 2003 el proyecto denominado Cinturón Verde del Área Metropolitana de Sevilla, con un recorrido inicial de unos cuarenta kilómetros de los ciento veinticinco totales, con el fin de aprovechar, mediante el acondicionamiento y la recuperación para el ocio, unos espacios como estos carriles que poco a poco se ven abocados a su desaparición. De este modo se están llevando a cabo actuaciones en la vereda del Arrecife, la cañada real de la Armada y las coladas de Las Plateras y Los Palacios para unir el parque periurbano con la Universidad Pablo de Olavide a través de carriles bici. Otro tramo del recorrido discurre por la margen derecha del río Guadaíra procedente de Sevilla y hasta el puente existente en la carretera de Coria del Río, dirigiéndose desde aquí a La Corchuela.