Carmen Planelles
Madrid, 21 jun (EFE).- Hicieron furor en los años 2003-2005, pero han pasado de moda. La mala imagen social de los quads, vehículos de cuatro ruedas ideados para transitar por terrenos difíciles, los impuestos y las limitaciones para su uso deportivo o de ocio han derivado en una caída en las ventas, sólo en el último mes, del 72,79 por ciento.
Al menos si se comparan los 721 vehículos vendidos en mayo de este año, respecto a los 2.650 que se pusieron en el mercado en mayo de 2007, según datos de la Asociación Nacional de Empresas del Sector de las Dos Ruedas (Anesdor), que calcula el parque de quads en España en 188.683.
Sin embargo, para 2008 Anesdor prevé unas cifras más optimistas, que contemplarían una venta de 18.500 vehículos, un 27% menos de los 26.063 de 2007. En 2006 se pusieron en el mercado 37.664 vehículos y 44.348 en 2005, año en que se alcanzó la cifra máxima de ventas de quad, cuyo auge en España había comenzado tímidamente en 2002 con 7.394 unidades.
Usuarios y fabricantes coinciden en atribuir la tendencia negativa del mercado a varios factores: desde el pasado mes de enero, el quad paga el tipo máximo (14,75%) del impuesto de matriculación vinculado a los índices contaminantes, mientras que las comunidades autónomas restringen cada vez más la circulación de vehículos a motor por montes, campos y playas.
Ese tipo máximo del impuesto se ha establecido independientemente del nivel de emisión de CO2 que tenga el quad -explica a EFE José María Riaño, secretario general de Anesdor- quien asegura que "más del 80% de las matriculaciones que se realizan están al nivel de los vehículos más ecológicos. Hay un agravio y se debería aplicar la ley del ‘quien contamina paga’".
Riaño cree que además se está acusando ahora el excesivo crecimiento de años pasados, "por encima de lo que parecería lógico para un mercado como el español. Ahora las ventas están cayendo y lo harán más", predice.
MALA IMAGEN
Eran años de bonanza económica en los que "por 6.000 euros un chaval de 18 años tenía acceso a comprar un quad, que precisa el carné de conducir", afirma Diego Hipólito, presidente de la Asociación Nacional de Usuarios del Quad (ANUQ).
¿Y a qué lo dedicaba?: a utilizarlo por la ciudad, por su pueblo, por la playa, a ir sin casco y a cometer ilegalidades y "de ahí que la opinión pública se nos haya echado encima", agrega.
"Es el efecto moda, que ha acompañado a los quads, que les ha perjudicado al transmitir una imagen social de vehículos agresivos, contaminantes, que pueden dañar el medio natural", apostilla el secretario general de Anesdor.
Desde ANUQ, -dice Hipólito- "intentamos lavar esa imagen; que se vea que somos gente que disfrutamos de la naturaleza. Hacemos campañas para cuidar el campo, limpiarlo, plantamos árboles, etc ", asegura.
Mala imagen e impuestos a los que se une un tercer elemento que explica el ocaso de este tipo de vehículos: la limitación para su uso.
"La mayor parte de la gente que lo compró lo hizo sin saber que no se podía utilizar en numerosos puntos del territorio nacional", explica a EFE Pablo Ortega, portavoz de la Plataforma de Vehículos Off Road en el Medio Ambiente (VORMA).
La Ley de Vías Pecuarias limita la utilización de todo tipo de vehículos a motor, legislación que está siendo adaptada por las comunidades autónomas, explica a EFE Francisco Javier Cabezos, coordinador federal de CCOO de agentes forestales, encargados junto al Seprona de preservar la legalidad y la seguridad en los montes.
Además -explica- se establecen limitaciones en espacios naturales protegidos, en las Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA), o en Lugares de Importancia Comunitaria (LIC).
Sí se permite su uso en caminos vecinales, sin sobrepasar los 30 kilómetros por hora, y en aquellas pistas forestales que no atraviesan montes de utilidad pública.
EFECTO EROSIVO
Cabezos explica que el uso de estos vehículos en el bosque tiene un "efecto erosivo": primero se elimina la cubierta vegetal, luego la materia orgánica, hasta que queda al descubierto el suelo mineral.
"Ahí ya no crece nada porque aflora la roca madre. Si son zonas en pendiente el efecto es mucho más rápido porque la lluvia lo arrastra todo", explica el agente forestal.
Por ello cree que hay maneras más respetuosas de disfrutar del medio ambiente, porque "cuando vas a 80 o 90 km/h con un casco y un ruido ensordecedor poco puedes contemplar las maravillas que ofrece la naturaleza". "Es muy difícil -sentencia- ver cual es el beneficio de la moto o el quad".
Pablo Ortega, portavoz de Vorma, critica el "exceso de celo" de los agentes forestales "más pendientes de sancionar a los vehículos a motor que, por ejemplo, a quienes organizan barbacoas en la Cuenca Alta del Manzanares".
"Pretendemos -dice- una regulación para circular por zonas no protegidas. Como ahora está todo prohibido, la gente se salta la ley y se mete por todas partes", subraya Ortega.
Cabezos considera que, no obstante, las sanciones disminuyen porque en ese mundo "cada día hay más gente que trata de hacer las cosas bien, porque ven que incumplir la norma les perjudica".
Este agente forestal se muestra partidario de crear circuitos en las "zonas de transición entre lo urbano y lo forestal" para dar salida a este tipo de hobby "sin perturbar la tranquilidad que ha de reinar en los bosques"
En lugar de prohibiciones generales, explica José María Riaño, secretario general de Anesdor, "debería establecerse una norma lógica que permita una práctica sostenible, sin dañar nunca al medio natural".