Los últimos pastores trashumantes de Ordesa, los hermanos Garcés, culminan hoy la ruta Valle del Ebro-Ordesa
FANLO (HUESCA), 6 Jun. (EUROPA PRESS) –
El consejero de Medio Ambiente del Gobierno aragonés, Alfredo Boné, ha acompañado hoy a los hermanos Garcés, los últimos pastores del Valle de Ordesa que recorren toda la ruta trashumante que va desde el Valle del Ebro hasta el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Los pastores han hecho hoy el último tramo de la ruta, hasta llegar a la localidad oscense de Fanlo, tras recorrer esta cabañera durante doce días.
Ramón y Aurelio Garcés han realizado su entrada al valle de Vió con su rebaño de unas 2.700 ovejas y 19 perros pastores, en la que puede ser la última vez que se realiza esta ruta, ya que ambos son mayores y están a punto de jubilarse.
El secretario general técnico del Departamento de Medio Ambiente, Roque Vicente; la directora general de Desarrollo Sostenible y Biodiversidad, Anabel Lasheras, y el director de SODEMASA, Jesús Jiménez, también han participado en esta jornada lúdica y cargada de emotividad.
Decenas de niños han realizado también diversas actividades, por un lado en las Eras de Fanlo, donde se han realizado juegos y talleres de fabricación de utensilios tradicionales del pastoreo, y por otro a lo largo de la cañada, uniéndose al grupo trashumante.
En la semana en la que se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente el Departamento que dirige Alfredo Boné ha querido rendir así homenaje a estos pastores y difundir la importancia del patrimonio etnográfico y cultural que suponen estas costumbres rurales que están a punto de desaparecer, así como de esta histórica vía pecuaria, que en su tramo de La Solana-Valle de Vió fue recuperada y tematizada como espacio interpretativo y educativo.
La actividad ha culminado en el Mirador de la Rayuala, donde el consejero Boné, ha puesto de manifiesto durante su intervención la importancia de "recordar y rememorar a las gentes que han mantenido sus oficios tradicionales en convivencia con la naturaleza, a veces en condiciones muy duras", y ha subrayado la importancia de poner en valor las cañadas e infraestructuras rurales asociadas a estas actividades para darlas a conocer al público en general y dinamizar el territorio.
Con esa filosofía desde el Departamento de Medio Ambiente, a través de la empresa pública SODEMASA, que ha organizado la actividad en colaboración con el Ayuntamiento de Fanlo y la Asociación Cultural San Pelayo, acometió la recuperación de los últimos tramos de esta cabañera y la creación de la Ruta Temática Vía Pecuaria La Solana-Valle de Vió.
En la jornada de hoy, y en paralelo a la llegada de los pastores, un numeroso grupo de niños ha realizado un paseo guiado por monitores de SODEMASA para conocer los valores de esta ruta, que ha culminado en el Mirador de la Rayuala, lugar privilegiado que ofrece una panorámica 360º del Valle de Vió y las principales cumbres del Pirineo.
El proyecto de la Ruta Temática Vía Pecuaria La Solana-Valle de Vio nació con los objetivos de dar a conocer a estudiosos y público en general los valores culturales, etnográficos y medio ambientales e impulsar las actividades económicas tradicionales.
Esta ruta temática tiene el reto, por un lado, de acoger al público para disfrutar de ella y también, por otro, el de compatibilizar la conservación con las actividades económicas fomentando el desarrollo sostenible de los valles que la rodean.
La trashumancia que practican los grandes rebaños del Alto Aragón, con inviernos en la tierra baja y veranos en los puertos, está actualmente mantenida por pastores de edad avanzada que, siendo niños, aprendieron el oficio y ya no lo abandonaron. Dada la dureza y dedicación de este trabajo, no parecen tener relevo generacional. Asistimos, por tanto, al último capítulo de lo que durante siglos fue una intensa relación entre hombres, ganados y territorio.
TRADICIÓN
Con la actividad de hoy, se ha querido rememorar la antigua tradición que existía cuando las poblaciones del valle estaban habitadas y la subida anual de los rebaños desde la tierra baja suponía todo un acontecimiento. Los niños más pequeños subían hasta las Eras de Fanlo a esperar la llegada del ganado y los pastores iban con ‘palos pintados’, palos de fresno a los que se les pintaban dibujos. Los pastores traían caramelos y peladillas.
Cuando los valles de Vió y la Solana estaban totalmente habitados, unas 30.000 ovejas de estos valles realizaban la trashumancia entre los pastos del valle y los pastos de invierno en la tierra baja.