Se trata de un camino que tanto ganaderos como caminantes utilizaban habitualmente para llegar a una finca comunitaria de la localidad. El problema comenzó cuando los propietarios  de la finca La Zarza, por la que discurre la vía, la empresa Sánchez Ramade, colocó una verja que impedía el paso a los vecinos.

Tras las protestas de ciudadanos y grupos ecologistas, la Junta de Andalucía decretó que no existía autorización para la colocación de esta verja, por lo que el Ayuntamiento procedió a quitarla. Sin embargo, tras un recurso presentado y ganado por los propietarios, hubo que volver a colocarla.

Ante esta situación los vecinos continúan con sus protestas y pretenden llegar hasta las más altas instancias para que se reconozca la titularidad pública de este camino.

De momento esta protesta sigue contando con el apoyo de colectivos como A desalambrar y Los verdes.