Queridos amigos, es triste ver como algunas personas con su prepotencia y por su cuenta, sin licencia ni legalidad, con su política de hechos consumados, hacen y deshacen a su antojo, eso sí, ante las mirada atenta o para otro lado, de las instituciones garantes de los derechos de los ciudadanos y cumplimiento de las leyes. Ahora creemos entender porque no fueron retirados los mástiles que soportaban las cancelas de cerramiento del Camino de Romanillos en cumplimiento del Auto Judicial del 30-9-2014. Ahora creemos entender, porque desapareció una puerta de paso de la zona verde replantada de pinos jóvenes, de la Urbanización las Lomas, que daba paso al Camino de Romanillos, sin que nadie lo diera importancia”. Así comienza el alegato que Jaime Benavides, presidente de Amigos de los Caminos (Majadahonda), ha enviado a MJD Magazin y del que se ha hecho eco la agencia Europa Press. Y añade:
“Son los mismos que consiguieron fraudulentamente una licencia para el cerramiento de la Finca Romanillos, engañando en la longitud del mismo para evitar el informe de impacto medioambiental. Además de cerrar caminos y vías pecuarias sin permiso, estando paralizados los expedientes de infracción urbanística o administrativa. Todo ello tanto en la Comunidad de Madrid por el cerramiento del cordel segoviano, y del Ayuntamiento de Majadahonda por la obra de cerramiento sin licencia, en cuyo caso encubriría la ocupación del Camino de Romanillos para ellos. Todo está en la instrucción de las diligencias previas 77/2013 del procedimiento judicial por vía penal del juzgado de instrucción nº1 de Majadahonda sobreseído provisionalmente”, indica Benavides.
Y concluye: “O todo esto es una cortina de humo o jugada de ajedrez para la recalificación de los dos triángulos de oro que tiene la finca Romanillos, uno de 13 Hectáreas en Boadilla y otro pegado a él, de 37,2 Ha en Majadahonda, mediante fantasmagórico alquiler de la finca. O posible convenio urbanístico tipo Monte del Pilar de Majadahonda, o como se pretende también en el Monte del Pilar de Pozuelo y Madrid. Pero, mientras tanto, los ciudadanos queremos seguir teniendo nuestros derechos ancestrales de seguir caminando y disfrutando de los caminos públicos y vías pecuarias, que son inembargables, imprescriptibles e inalienables”.