RUTA DE LOS BANDOLEROS.
Desde Setenil, precioso pueblo de la sierra de Cadiz, hasta las ruinas romanas de Acipino.
Es una ruta fácil y divertida, ideal para ir tanto en bicicleta como andando, con algunas pendientes pronunciadas y un paisaje variado y ameno. Cualquier época es buena, aunque no recomendamos hacerla con escesivo calor. En invierno podemos encontrar barro y algún arroyo crecido que tengamos que vadear, pero por lo demás es una ruta accesible y de baja dificultad.
Lo normal es salir desde el colegio El Almendral, en una desviación señalizada a la salida del pueblo dirección Ronda, cogiendo automáticamente una pista donde empezamos la caminata.
A mí me gusta salir desde el puente nuevo que está sobre el Río Guadalporcún, paralelo al conocido popularmente como "Puente Zamudio", al estar junto al bar del mismo nombre. Enlazamos un puente con otro para pasar a la otra orilla y comenzamos la subida por una vereda hacia la "Coronilla". Desde aquí, las vistas tanto del río como del pueblo son espectaculares, pudiendo divisarse incluso Olvera, pero es preferible no coger este atajo si no conoces la zona.
Ambas salidas confluyen en la subida a "Los Montecillos", una pista de unos 4 Km entre olivares. Es normal, si hacemos este camino durante los meses de Diciembre y Enero, ver a los olivaleros cogiendo la aceituna. Al tratarse de olivos viejos, la mecanización es escasa y estas faenas se realizan de forma tradicional. Por estas mismas fechas, los fines de semana, es común oir los disparos lejanos de los cazadores, aunque en ningun momento invadirán las zonas destinadas al tránsito de vehículos y personas.
El camino discurre entre olivos hasta llegar a un Cortijo tras una pronunciada curva. Es interesante echarle un vistazo a esta antigua construcción, aun hoy en activo y rodeada de eucaliptos donde destaca uno cuya forma se diferencia de la de sus hermanos, pareciendo desde lejos un árbol de porte más noble.
Seguimos el camino que marca la señalización, viendo como el paisaje comienza a cambiar. Ahora caminamos a lo largo de las márgenes del Río Guadalporcún, y la vegetación se hace más variada. Andamos aquí entre zarzas y especies de ribera, como los chopos, que dan frescura y color al paisaje. Más arriba las encinas y otras especies de quercus, se hacen dueñas del lugar. Si no hace mucho que ha llovido, puede ser que en este tramo tengamos que vadear el río si viene crecido, pero nada del otro mundo.
LLegamos pués al Cortijo de Calle. A lo Lejos vemos otras cortijadas como La Limosna y Los Frontones. Hay diferentes caminos que nos adentran en el monte, pero nosotros seguiremos recto hasta llegar a unos carteles indicadores, que nos indican la dirección hacia Acinipo torciendo a la derecha y pasado por un precioso cortijo restaurado , y una cascada de gran altura bajo un puentecillo.
En nigún momento del recorrido perdemos de vista la imagen de las ruinas de Acinipo, cuya parte frontal del Teatro domina el encuadre del Horizonte.
Las señales nos van indicando el camino con gran claridad y poco a poco, tras cruzar la carretera, llegamos a nuestro destino . La entrada es gratuita y suele estar abierto casi todos los días. Aquí merece la pena pararse a contemplar todo el yacimiento, que pese a estar poco trabajado, podemos hacernos una idea de lo importante que llegó a ser esta ciudad en la Bética. El teatro es realmente impresionante, con el graderío excavado en la roca, proporcionando al público una perfecta audición.
Desde su parte más alta, las vistas son realmente espectaculares: por el Levante podemos divisar Setenil, Arriate y Ronda. algunos autores señalan que a primera hora de la mañana se vislumbran incluso las brumas del valle del Guadalquivir.
Por el Poniente, bajo un escarpado tajo, tenemos las estribaciones del Macizo de Grazalema, pudiendo divisar incluso la famosa localidad serrana.
Emprendemos el camino de vuelta en dirección a Setenil, esta vez por la carretera siguiendo las señalizaciones, hasta llegar a la Venta de Leche a unos 4 KM de Acinipo. Es esta pequeña aldea una pedanía de Setenil, con un ambiente muy rural y campesino. Desde aquí cojemos una vereda señalizada junto a la parada de autobuses ( donde podemos tomar un refrigerio), que nos lleva hacia el pueblo.
Pasando el Cuartel de la Guardia Civil, llegamos a Setenil. Podemos coger bien a la izquierda para llegar al mismo centro de la localidad, o seguir recto por unos paseos especialmente acondicionados, desde donde disfrutaremos de unas vistas generales de la villa.
Creo que es buen momento para descansar y reponer fuerzas; nos lo hemos merecido. Setenil les ofrece en estos momentos una amplia oferta de lugares donde saciar el hambre y la sed que a buen seguro traemos del camino.
Para saber más recomendamos: Acinipo. Memoria escrita por D. Antonio Madrid Muñoz: Informe redactado por D. Antonio Blázquez en virtud de acuerdo de la Academia.
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