Sendas para quemar zapatilla
- http://estaticos01.elmundo.es/elmundo/iconos/v3.0/bullet_01.png); background-attachment: scroll; background-color: transparent; font-weight: bold; line-height: 18px; background-position: 0px 5px; background-repeat: no-repeat no-repeat; ">Castilla y León cuenta con más de 6.000 kilómetros de senderos señalizados
- http://estaticos01.elmundo.es/elmundo/iconos/v3.0/bullet_01.png); background-attachment: scroll; background-color: transparent; font-weight: bold; line-height: 18px; background-position: 0px 5px; background-repeat: no-repeat no-repeat; ">Recorridos para no perderse entre la naturaleza. O para encontrarse con ella
Los senderos señalizados en Castilla y León suman más de 6.000 kilómetros, el equivalente a caminar desde Madrid a Teherán. Un entramado de pistas forestales, vías pecuarias, cañadas reales y demás veredas recuperadas para conducir al andarín por los más recónditos rincones de la Comunidad, de otro modo inaccesibles en muchos casos, y siempre minados de interesantes estampas naturales y patrimoniales.
Los más reconocidos y reconocibles son los 18 senderos de Gran Recorrido (GR)y los 336 de Pequeño Recorrido (PR), impulsados por distintas instituciones locales o regionales, pero todos ellos señalizados con las indicaciones europeas y homologados, en esta tierra, por la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León. De ellos, más de 1.700 kilómetros discurren por los Espacios Naturales de Castilla y León. Junto a esos senderos homologados existen decenas de rutas señalizadas con otros tipos de indicaciones por ayuntamientos, grupos de acción local y diputaciones o instituciones regionales.
Todos ellos conforman una extensa red tejida mayoritariamente en los últimos 20 años, cuando comenzó el boom del senderismo, un fenómeno relativamente joven fraguado al albur del auge del turismo de interior. Los asociados y aficionados comenzaron a finales de los 80 a señalizar varios caminos desinteresadamente por el Valle del Esgueva, los Montes Torozos, el Canal de Castilla y Tierra de Campos, "con una normativa, entonces, muy poco exigente", recuerda Luis Fernández, vocal de senderismo de la federación regional y uno de dos los técnicos encargados de homolgar los trazados.
Otro factor que ha favorecido el exponencial desarrollo de los senderos fue la inyección de fondos europeos para financiar estos proyectos, concebidos para promover un territorio. "En un pueblo puede haber una casa rural, pero para que vengan los turistas tiene que haber más atractivos", reflexiona Luis Fernández, quien calcula que el coste de la señalización ronda los 6.000 euros por cada 12 kilómetros.
Desde la federación nacional, el director de senderismo, Antonio Turmo, comparte la vinculación con el turismo rural, pero matiza que, "en algunos casos la relación ha sido inversa: es la apetencia de la práctica del senderismo la que ha propiciado el turismo rural y, por consiguiente, el desarrollo socioeconómico de la zona. El senderismo no es el único deporte que ha conseguido ‘dar la vuelta’ a un territorio". Y pone como ejemplo el desarrollo del núcleo de Caín (León-Picos de Europa), que "solo se entiende a través de la existencia de la Senda del Cares, un sendero; no hay otra motivación".