Soria, 20 ago (EFE).- Soria ha abierto hoy dos rutas de senderismo que permiten conocer mejor la riqueza medioambiental, patrimonial y geológica del río Duero y de la sierra de Santa Ana, parajes que inspiraron en su día a los poetas que mejor cantaron a la ciudad.
La nueva oferta turístico-recreativa, una de las actuaciones contempladas en el Plan de Dinamización del Producto Turístico de Soria, resalta al Duero, y su conocida curva de ballesta, como protagonista de los paseos de visitantes y vecinos, como una forma alternativa de conocer este entorno natural.
Esta pequeña red de senderos proporciona un recurso nuevo a los turistas de la ciudad, pero también es un elemento interesante para los vecinos de Soria, según ha destacado hoy, en su presentación, la concejala de Comercio y Turismo, Teresa Valdenebro San Saturio, el soto-playa, San Polo y los arcos de San Juan de Duero, enclaves fuertemente arraigados en la cultura popular de la ciudad, están desde hoy conectados por rutas senderistas que permiten disfrutar además de la riqueza medioambiental del río Duero.
Estos parajes fueron el fondo escénico principal de obras de la literatura clásica, como "El Santero de San Saturio", escrita en 1953 por el narrador e historiador Juan Antonio Gaya Nuño, o en los versos inmortalizados por Antonio Machado en "Campos de Castilla".
Las dos rutas, que salen desde el centro de recepción de visitantes de la ciudad, junto a los arcos de San Juan de Duero, tienen una longitud de 6,2 kilómetros, en el caso de la que termina en el mirador de Valhondo, aguas abajo de la desembocadura del río Golmayo, y de 3,2 kilómetros, en la que termina en la sierra de Santa Ana, balcón privilegiado de la ciudad.
Los senderistas podrán conocer en el itinerarios los secretos de este joven río a pocos kilómetros de su nacimiento, en explicaciones sobre geología, flora y fauna contenidas en paneles ubicados en los recorridos.
A pesar del paso del tiempo, la mayoría de los parajes próximos al Duero y a Soria apenas han cambiado, merced al carácter rocoso y abrupto del relieve y la baja productividad de sus suelos, que han permitido conservar gran parte de su biodiversidad.