El juez revoca la orden de destierro contra los seis vecinos
R.G.N. Los seis desterrados, en un sótano de Ochavillo.
ROSA G. NARANJO.
POSADAS. El juez de Posadas revocó en la mañana de ayer su orden de destierro que pesaba sobre seis vecinos de Posadas tras los sucesos que tuvieron lugar el día 14 de septiembre ante la cancela ilegal que cierra la Colada de Los Torilejos. Anoche, los seis volvieron de nuevo a la ciudad junto a sus familias desde la vecina Ochavillo, donde han estado viviendo estos días en un sótano propiedad de un familiar de uno de ellos.
José Manuel Muñoz Ferrera, uno de los desterrados, se encuentra desde el día 15 en huelga de hambre, una acción que proseguirá en la Plaza de la Constitución de Posadas «para que se haga justicia, pues no somos culpables de lo que se nos acusa, ya que fueron los agentes los que cargaron sin mediar palabra contra una concentración pacífica en la que había mujeres y niños».
Posteriormente, Muñoz denunció que en la noche del día 14 «varios agentes, entre los que se encontraba el sargento del operativo antidisturbios, me pegaron una paliza en las dependencias de la Guardia Civil en Posadas, de lo que fueron testigos varios mandos».
A Muñoz Ferrera, junto a sus cinco compañeros, el juez les imputa un presunto delito de agresión a los agentes, algo que todos ellos niegan. Además, protestan porque «todas las denuncias que los vecinos hicieron tras la carga policial y los disparos en el bar del campo de tiro, incluidas las de los médicos, se han archivado por el juez». «Si nos hubieran dejado seguir con la concentración pacífica nada de esto habría ocurrido», afirman.